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1.- Con relación a la igualdad de derechos, hemos conseguido, en buena parte, la igualdad política y social en el mundo occidental, al menos según la ley. Pero no se puede negar que existe todavía cierta discriminación, por ejemplo en el ámbito laboral, en el derecho financiero y, sobre todo, en la práctica social. Quedan numerosos estereotipos y prejuicios por eliminar. El reto consiste en trabajar –con paciencia y buen humor– por un mundo más justo en el que se respete la singularidad de cada persona. La igualdad incluye el derecho a ser diferente.
Hay que defender categóricamente la igualdad de valor y de dignidad de los sexos. Todo el que considere la justicia en el mundo como un objetivo importante debe ponerse de manera clara y terminante al lado de los legítimos derechos actualmente ganados por la mujer en la vida política y social y por una exigente y multitudinaria presencia de la mujer para defender la aplicación de los mismos.
2.- Con relación a la ideología de género, es realmente liberador que nos desprendamos de tradiciones que no son más que obstáculos, y de formas de vivir que se han vuelto demasiado estrechas; pero es nocivo querer liberarse de los valores éticos y de los vínculos interpersonales. La "autoliberación" de la mujer no debe ser una barata equiparación con el varón. Es decir, la mujer que es permisiva con los privilegios e insolencias masculinas y sigue sonriendo y disimulando por desatinos so pretexto de “educación” o “armonización”, tiende a desdibujar la
ineludible rectitud y firmeza que la mujer necesita trasmitir a sus vástagos, fruto de su creación y su razón de vida.
Una promoción auténtica no consiste en la liberación de la mujer de su propia manera de ser, sino en ayudarse a ser ella misma. Incluye una revalorización de la maternidad, del matrimonio y de la familia. Hoy en día es evidente que las mujeres pueden desempeñarse en todas las profesiones, sin embargo queda la presión sutil de que mujeres de diferentes estratos sociales se enquistan en el estamento de “amas de casa” y no por ello dejan de ser ellas mismas y líderes capaces de enfrentar la lucha decidida de ser diferentes a las épocas del sometimiento de género. El objetivo de la emancipación es el sustraerse de la manipulación, el no convertirse en un producto, sino en ser un original.
3.-Con relación a las condiciones de la vida laboral y familiar vemos que la mujer en el mundo del trabajo está desarrollando numerosas soluciones a los viejos problemas de conciliar la vida laboral y familiar, especialmente en lo tocante a urgencias en la vida de hogar donde todos los miembros deben estar disponibles.
Con la incorporación de la mujer al mercado laboral, se enriquece la creatividad y la producción –que indudablemente es un gran avance-. En estas circunstancias la familia sigue desempeñando un papel de alta significación humana y tecnológica para la formación de las personas en su seno, formando excelentes equipos de trabajo porque quienes desempeñan su labor familiar óptima con toda seguridad en sus centros laborales son también eficientes. Por lo mismo que el hogar satisface necesidades elementales del ser humano como poseer un hogar en paz y tranquilidad, sentirse protegido, reconocido, y poder confiar, logrando de esta manera estar ligados a nuestro natural anhelo de felicidad.
Es primordial una actitud positiva frente a la familia, un amor sincero al cónyuge y a los hijos, que se demuestra individualmente de muy diferentes maneras. Pero siempre tiene que haber una disposición a llevar juntos las responsabilidades del hogar y de la educación.
Pensar que hombre y mujer, padres e hijos, tienen que "emanciparse" unos de los otros, no es una condición. Sería mucho más deseable que juntos redescubrieran la belleza de estar ahí para los otros, libremente y por amor. Entonces ya no se temerá que los propios derechos sean perjudicados, ni tampoco se exigirá de los demás lo que uno mismo no quiere dar.
Aparte de esto, está claro que el Estado y toda la sociedad deberían ayudar más a las familias, por ejemplo creando centros de orientación familiar dirigidos por personas que lleven una vida ejemplar- modeladora, aumentando la ayuda económica, posibilitando ocupaciones de tiempo parcial, permitiendo horarios flexibles. Aquí se necesita buena voluntad, creatividad y una nueva cultura en la que el "amor", la "entrega" y el "ser-para-el-otro" sean realidades asumidas y vividas.
Yo CREO que toda mujer tiene derecho a VIVIR y disfrutar lo que la vida le ofrece...
Yo CREO que toda mujer tiene derecho a ser FELIZ….a vivir sin máscaras, sin sentimientos de culpa, conforme a su vocación, a su misión y a sus sueños...
Yo CREO que toda mujer tiene derecho a SER y sentirse libre para elegir sus caminos, vencer sus miedos y asumir las consecuencias de sus actos...
Yo CREO que toda mujer tiene derecho a AMAR el presente, elegir su futuro y luchar para conseguirlo.
Yo CREO en el Leonismo!!!
Ana Antúnez de Mayolo de Seminario
Mujeres 22 CIRCLE
Presidenta Fundadora del Club de Leones Las Musas.
Chiclayo, Perú, Distrito H-1
Una promoción auténtica no consiste en la liberación de la mujer de su propia manera de ser, sino en ayudarse a ser ella misma. Incluye una revalorización de la maternidad, del matrimonio y de la familia. Hoy en día es evidente que las mujeres pueden desempeñarse en todas las profesiones, sin embargo queda la presión sutil de que mujeres de diferentes estratos sociales se enquistan en el estamento de “amas de casa” y no por ello dejan de ser ellas mismas y líderes capaces de enfrentar la lucha decidida de ser diferentes a las épocas del sometimiento de género. El objetivo de la emancipación es el sustraerse de la manipulación, el no convertirse en un producto, sino en ser un original.
3.-Con relación a las condiciones de la vida laboral y familiar vemos que la mujer en el mundo del trabajo está desarrollando numerosas soluciones a los viejos problemas de conciliar la vida laboral y familiar, especialmente en lo tocante a urgencias en la vida de hogar donde todos los miembros deben estar disponibles.
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Es primordial una actitud positiva frente a la familia, un amor sincero al cónyuge y a los hijos, que se demuestra individualmente de muy diferentes maneras. Pero siempre tiene que haber una disposición a llevar juntos las responsabilidades del hogar y de la educación.
Pensar que hombre y mujer, padres e hijos, tienen que "emanciparse" unos de los otros, no es una condición. Sería mucho más deseable que juntos redescubrieran la belleza de estar ahí para los otros, libremente y por amor. Entonces ya no se temerá que los propios derechos sean perjudicados, ni tampoco se exigirá de los demás lo que uno mismo no quiere dar.
Aparte de esto, está claro que el Estado y toda la sociedad deberían ayudar más a las familias, por ejemplo creando centros de orientación familiar dirigidos por personas que lleven una vida ejemplar- modeladora, aumentando la ayuda económica, posibilitando ocupaciones de tiempo parcial, permitiendo horarios flexibles. Aquí se necesita buena voluntad, creatividad y una nueva cultura en la que el "amor", la "entrega" y el "ser-para-el-otro" sean realidades asumidas y vividas.
Yo CREO que toda mujer tiene derecho a VIVIR y disfrutar lo que la vida le ofrece...
Yo CREO que toda mujer tiene derecho a ser FELIZ….a vivir sin máscaras, sin sentimientos de culpa, conforme a su vocación, a su misión y a sus sueños...
Yo CREO que toda mujer tiene derecho a SER y sentirse libre para elegir sus caminos, vencer sus miedos y asumir las consecuencias de sus actos...
Yo CREO que toda mujer tiene derecho a AMAR el presente, elegir su futuro y luchar para conseguirlo.
Yo CREO en el Leonismo!!!
Ana Antúnez de Mayolo de Seminario
Mujeres 22 CIRCLE
Presidenta Fundadora del Club de Leones Las Musas.
Chiclayo, Perú, Distrito H-1
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